Tener una relación de pareja sana no es sinónimo de relación perfecta. De hecho, que haya conflictos y discusiones con tu pareja es algo común e, incluso, inevitable. Pero la clave no está en la ausencia de los problemas, sino en el trabajo y la voluntad por resolverlos. Pero, antes de darte algunos consejos para que empieces a analizar tus vínculos y descubrir si necesitas trabajar más o menos en tu relación de pareja, ¿sabes realmente en qué consiste tener una relación sana?

¿Qué es una relación sana?

Como ya te hemos avanzado antes, una relación sana no debe ser una idealización de la relación perfecta. El vínculo se define principalmente por la presencia de confianza, comunicación y respeto mutuos. Es decir, es una relación en la que los miembros no se sienten constantemente amenazados y existe equilibrio y paz durante una parte importante del tiempo. De nuevo, te recordamos que esto no implica que no haya conflictos de vez en cuando, sino que la implicación de ambos permite conversar y resolver la tensión que se haya podido generar (hayan llegado o no a un acuerdo). A continuación, queremos darte algunos consejos útiles que cualquier persona que esté en pareja o quiera trabajar por una relación sana debe tener presentes. ¡Presta mucha atención! Pareja en el campo

5 consejos para cualquier relación sana

Ahora sí, te contamos los elementos fundamentales para crear y conservar un vínculo sano y beneficioso para ambos. La realidad es que todos estos elementos son importantes a su manera y, por tanto, no se debe prescindir de ninguno de ellos. ¡Allá vamos!

No idealices ni a tu pareja ni la relación

La mayoría de las personas tendemos a crearnos una imagen idílica de nuestra pareja cuando empezamos una relación sentimental. Esto es porque al comienzo de las relaciones, en la etapa de enamoramiento, las personas tendemos a mostrar solo aquello que el otro quiere ver. Nos mostramos más afectivas, cercanas e intensas. No obstante, en la siguiente etapa es cuando realmente nos mostramos como somos. Y es en ese punto donde pueden llegar (o no) las decepciones. Por este motivo es tan importante no construirse una imagen de tu pareja de forma precipitada e idealizada. Porque esa construcción que tú mismo/a te has creado no refleja la realidad completa de la persona que tienes al lado. Y esto puede conllevar expectativas erróneas y decepciones que generen posteriores conflictos. Ojo, es importante saber que esto se hace de manera inconsciente y con la mejor voluntad de las partes, ¡nadie quiere engañar a nadie!

Acepta vuestras diferencias y conserva la independencia

Una relación no deja de estar compuesta por dos personas distintas. Dos individuos con preferencias, caracteres y personalidades diferentes. Entonces, en situaciones en las que surjan diferencias, hay que tener esto siempre presente. En relación con todo esto, es fundamental conservar la independencia en la pareja. El hecho de tener una relación no debe hacer que tus rasgos personales más característicos se desvanezcan, ni mucho menos que ambos dejéis de lado vuestra vida como personas independientes.

Trabaja la confianza y la responsabilidad afectiva

La confianza es otra de las claves para conservar una relación de pareja sana. Sentirse seguro y apoyado en la relación es vital para conseguir esa estabilidad de la que te hablábamos anteriormente. Así, podrás siempre contar la otra persona para lo que sea necesario, con la certeza de que estará dispuesta a acompañarte si es necesario. Y otro elemento que no hay que olvidar es la responsabilidad afectiva, es decir, la capacidad de ser conscientes de que nuestras acciones (o la ausencia de estas porque, recuerda, lo que no se dice no existe) tendrán un efecto en nuestra pareja. Desde el momento en que se desarrolla un vínculo, ya existe responsabilidad afectiva. Pareja en la playa

Céntrate en el presente

Como ya te hemos explicado, una relación de pareja se compone por dos personas individuales. Esto conlleva que ambas tengan un pasado y otras historias que han experimentado a lo largo de su vida. Además, en las relaciones surgen conflictos que posteriormente se resuelven. Es natural. Pero lo importante de todo esto es que, tanto si ha habido conflictos en el pasado de la relación como si la otra persona tuvo experiencias anteriores a la tuya, debes centrarte en el presente. Resolver los problemas implica también no utilizarlos como argumento en momentos críticos. Hay que vivir en el presente.

La comunicación como tu mejor aliado

Y en el núcleo de todo lo que te acabamos de contar está la comunicación. Hablar con tu pareja, expresarle tus preocupaciones y tus quejas, del mismo modo que todas las cosas positivas que experimentes en vuestra relación, te permitirá el desarrollo de todos los elementos. Expresa de manera directa lo que sientes en el momento en que lo necesites. Y, por parte de tu pareja, también es importante que sientas su predisposición por escucharte y entenderte. Así la comunicación nacerá de forma fluida y natural.

Conclusión

En definitiva, nadie dijo que mantener una relación de pareja sana fuese fácil. Pero sí es posible. Para conseguir todo esto, siempre puedes ayudarte de herramientas como Wefeel, que te servirán como guía en el proceso de trabajo con muchos de los elementos que ahora ya conoces a la perfección. ¿A qué esperas para empezar con ello?